DISLALIAS
Las dislalias son una alteración en la articulación de los fonemas. Se trata de la incapacidad, anomalía o dificultad del sujeto para pronunciar correctamente un fonema o grupos de fonemas, cualquiera que sea la causa que las genere. Son
las más frecuentes y conocidas dentro de las alteraciones del lenguaje y afecta directamente a la dimensión formal del mismo.
La articulación implica un control y una coordinación fina de determinados músculos para alcanzar una correcta pronunciación, que a veces, en algunos casos, tarda más en llegar. Aún así, presentan un pronóstico muy favorable, siempre y cuando reciban la atención
temprana que merecen.
Cuando son abundantes los fonemas afectados, el
habla del niño puede llegar a hacerse ininteligible, poniéndose en
peligro la función comunicativa del lenguaje. La dificultad articulatoria puede
afectar a cualquier vocal o consonante y referirse a uno o varios fonemas en
número indeterminado, aunque su mayor incidencia pueda observarse en aquellos
sonidos que requieren de una mayor habilidad en su producción por
exigir movimientos más precisos.
Según el fonema afectado, las dislalias reciben
denominaciones diferentes, que se establecen a partir del nombre griego del
fonema más el morfema “-tismo” o “-cismo”. Así, por ejemplo, la articulación
defectuosa del fonema /r/ recibe el nombre de rotacismo; Al final de la entrada tienes todos los tipos.
Para su detección no se precisa
ser especialista, sólo basta con saber escuchar a los niños.
Será de máxima importancia una intervención lo más precoz posible porque el niño que “pronuncia mal”
es muchas veces objeto de
burla por parte de sus compañeros lo que afecta inevitablemente a su
desarrollo afectivo, ya se les escucha menos, teniéndose más en cuenta la forma que tiene de hablar que, el mensaje que quiere expresar. Esto puede provocar angustia y complejos en el niño quien puede pensar que, dejando de hablar se soluciona el problema.
Al comenzar el aprendizaje de la lectoescritura
el niño dislálico presenta una serie de problemas que, difícilmente
podrán ser solucionados sin una intervención logopédica adecuada.
Existen numerosas clasificaciones de las dislalias. Yo he elegido la siguiente:
- Dislalia evolutiva
- Dislalia funcional
- Dislalia audiógena
- Dislalias orgánica (disglosias y disartrias)
Dislalia evolutiva: Hay una fase en el desarrollo del lenguaje infantil en la que el niño no articula correctamente o distorsiona algunos fonemas, es decir, no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha. Normalmente desaparecen con el tiempo y nunca deben ser intervenidas directamente antes de los 4 años, pero sí hay que ir hablándole siguiendo un patrón correcto y abandonando poco a poco el lenguaje infantil. Para
articular correctamente los fonemas se precisa una madurez del cerebro y del
aparato fonoarticulador, lo cual a veces no se consigue hasta la edad de 6 años, aproximadamente, aunque, como digo siempre, cada niño es un mundo. Un programa de prevención de las alteraciones del lenguaje,
actividades respiratorias, de soplo y movimientos de labios y de lengua (praxias),
favorecerán una correcta articulación.
Dislalia audiógena: La
correcta articulación del lenguaje depende, entre otras variables, de la
capacidad auditiva del sujeto. El niño que no oye bien, no podrá articular correctamente, ya que
confundirá los fonemas que ofrezcan alguna semejanza al no poseer una correcta
discriminación auditiva.
La hipoacusia, en mayor o menor grado, impide la adquisición y el
desarrollo del lenguaje, dificulta el aprendizaje de conocimientos escolares,
trastorna la afectividad y altera el comportamiento social.
El deficiente auditivo presentará otras alteraciones del lenguaje,
de la voz, y será el estudio de su audiometría lo que nos dará la
pauta sobre la posible adaptación de prótesis. La intervención irá encaminada a
aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz, corregir los fonemas
alterados e implantar los inexistentes.
Dislalia orgánica: Son
alteraciones de la articulación, cuya causa es de tipo orgánico. Si se
encuentran afectados los centros neuronales cerebrales reciben el nombre de disartrias, mientras que si las anomalías o malformaciones se afectan a los órganos del habla (labios,
lengua, paladar, etc.) se les llama disglosias.
Dislalia funcional: Es una alteración de la articulación del habla producida por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios cuando el niño tiene que pronunciar un fonema, ya sea por la ausencia de algunos sonidos o por la inserción, distorsión o sustitución de unos fonemas por otros. El niño no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico. Es la más frecuente y sus factores etiológicos pueden ser:
Falta de
control en la psicomotricidad fina: La articulación del lenguaje
requiere una gran habilidad motora. Aquellos fonemas que precisan un mayor
control de los órganos articulatorios, especialmente de la lengua, son los
últimos que aparecen ( /l/ /r/ /z/ /ch/ /k/ y
sinfones). El niño, a pesar de no tener ningún problema de tipo orgánico, no usa correctamente los órganos periféricos del habla (lengua, labios, paladar, et.). El niño es, en algunos casos, consciente de que no pronuncia bien y aunque intenta corregir el error por imitación, a veces, le resulta imposible porque sus órganos no le responden.
Errores
perceptivos e imposibilidad de imitación de movimientos.
Estimulación lingüística deficitaria: Podemos observar una mayor frecuencia de dislalias en niños de ambientes socioculturales deprivados, abandonados, en las situaciones de bilingüismo, etc.
De tipo
psicológico: Sobreprotección de los padres, traumas, etc., que hacen
persistir modelos articulatorios infantiles.
Déficit intelectual: Es un problema añadido a los que se suman en estos casos.
Su corrección se planteará a largo plazo, ya que suele ser más lenta y estará
condicionada por su capacidad de discriminación auditiva y su habilidad motora.
Tipos
de errores:
Sustitución: El niño no puede articular correctamente
un fonema, lo reemplaza por otro conocido y más fácil de reproducir para él. Esta sustitución puede darse en cualquier posición dentro de
la palabra. Es el error más frecuente y el más difícil de corregir puesto que
se da un hábito articulatorio erróneo. Si a un niño que sustituye un fonema por
otro le hacemos repetir dicha d articulación volverá a decirnos de nuevo su
articulación errónea puesto que en él es normal esta sustitución si no es
consciente de ella. Sustituciones más frecuentes:
/l/, /d/, /g/ y /r/ en lugar de /r/; /t/ por /k/; sinfón con /l/ por sinfón con /r/; /z/ por
/f/; y /d/ por /l/. Ejemplo: dudo por duro.
Distorsión: Es el
segundo de los errores en la dislalia en orden de frecuencia. El niño produce un
sonido de una forma distorsionada e incorrecta, aproximada al fonema correcto.
A veces suele ser un movimiento “extraño” como sacar la lengua o vibrar los
labios en lugar de vibrar la lengua. Se suele deber a una posición errónea de
los órganos articulatorios, a una falta de control de soplo respiratorio, a la
falta de vibración de las cuerdas vocales, etc. Se da más en posición
intervocálica.
Omisión: El niño no articula los fonemas que no
domina. Es una característica del retraso en el desarrollo del lenguaje. Es una
fase de dicho desarrollo cuando se da a principio de palabra. También es muy
frecuente en el lenguaje de niños con deprivación afectiva y/o sociocultural y
en los vulgarismos, aunque en estos casos se suele omitir la sílaba entera o el
fonema. Lo más frecuente es omitir el fonema cuando está en situación
implosiva, cerrando sílaba y en los sinfones. Ejemplo: apato por zapato.
Inserción: El niño no sabe pronunciar un grupo consonántico e introduce una vocal en medio para ayudarse a hacerlo. Se suele dar
en los sinfones y en el lenguaje vulgarizado. Ejemplo: feresa por fresa.
3 comentarios:
Gracias por la información. Besos
Hola muchas gracias por toda la información que es muy completa, aunque mi problema es que pronuncio casi correctamente el problema es al escribir, me trago palabras y como te comente puedo escribir tirge y lee tigre, con el tiempo la solución ha sido dárselo a leer a otra persona, pero no obstante he copiado tu entrada y la he guardado en el word, gracia de nuevo.
Gracias por esta lección. Aprendiendo de ti =)
Publicar un comentario